jueves, 15 de marzo de 2012

Somos el futuro y somos el problema del presente

Ha vuelto a pasar. Una señora mayor me ha vuelto a mandar a callar porque no tengo idea de lo que está pasando en España. España está mal, por lo visto, porque los estudiantes empalmamos de jueves a lunes borrachos y sin dar un palo al agua y vivimos solo chupando de becas, porque operamos a los transexuales por la pública, porque los inmigrantes vienen aquí a abusar del Estado de Bienestar, porque damos dinero a los gays, que lo tienen todo regalado, porque empleamos dinero en salvar a especies en peligro de extinción "¡que también es importante, pero más importante es la gente pasándolo mal!". La inmensidad de la estupidez de esta señora con la que me ha tocado trabajar hoy me hace desear lo que está por venir, porque para desgracia de nosotros mismos, esta no es una opinión minoritaria. Deseo con toda mi alma que nos caiga del cielo un saco de hostias tan grande que hasta nos desconcertemos los que sí sabemos de dónde nos llueven los palos. Quiero que este tipo de carroña humana, muy por debajo del ingenuo español medio (que ya es decir) llegue a sentir el dolor de su propia estupidez. Quiero que somaticen su idiotez hasta que admitan de rodillas que el problema de España son ellos y su puta generación, que se ha gastado el dinero de la de los más jóvenes y ha dejado robar hasta la última mierda que quedaba en la caja. Hasta he pensado en votar alguna vez al Partido Popular para dar a España lo que se merece: un gobierno despótico que nos presione hasta crujir nuestros huesos y tirarlos a una cuneta, algo que se les da bien porque tienen experiencia. Cuando ocurra, el famélico estudiante ex-becario volverá a cruzarse con ella en la cola del paro, y le comentará que el problema es y siempre fue la gente como ella. Los más españoles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario