domingo, 15 de julio de 2012

La marca España

Esta semana nuestro independiente y carismático presidente de gobierno ha querido reforzar lo que llamamos marca España. Como no queda muy claro qué supone ese sello voy a intentar explicar su esencia en este humilde blog. La marca España es un cubo de vómito, lleno hasta el borde, de un drogadicto caquéxico a pocos días de morir. Es una metáfora desagradable, pero muy apropiada (soy un poeta). El drogadicto caquéxico es España y su vómito son los productos Made in Spain. No me refiero a las cosas que exportamos, sino a todo lo que venga de ese drogadicto que se arrastra cada día rogando una jeringa cargada: su parrilla televisiva, sus periódicos, sus telediarios, su atención al público, su civismo. Y a la vez que yonkis moribundos, somos cucarachas sin saberlo, porque nos encanta chapotear orgullosos en ese enorme cubo de vómito con tropezones que hemos conseguido llenar hasta arriba arrojando lo que ya ni nos sale del cuerpo. Esa es la marca España. Y ahora, el golpista Rajoy, intenta vender fuera nuestro "gazpacho", y el mundo le mira entre asombrado y ofendido, porque a nadie sienta bien que le tomen por gilipollas.

sábado, 23 de junio de 2012

Viva España

Necesito que alguien me oriente sobre dónde puede uno recoger el dinero que dan por poner una bandera de España en el balcón, porque esto se lo paga alguien ¿no? Debe ser, porque no puedo imaginar, ni de lejos, que la gente lo haga gratis, y menos en el mes en el que ha quedado demostrado que somos el país más ridículo del mundo. Hasta Uganda se ha reído del no rescate que no necesitamos después de haber quebrado una nación de 47 millones de personas porque consiguieron hacernos creer que podíamos convertir ladrillos en dinero. Somos tontos del copón. Me dicen que lo de las banderas es por el fútbol... ahora lo entiendo menos. En el año en el que más nos han subido los impuestos para salvar a los bancos, colgamos banderitas en honor a una Selección a la que (precisamente España) va a perdonar casi 20 millones de euros en impuestos. Estamos pagando otra fiesta a la que no hemos sido invitados y encima lo celebramos. Vamos, que eso de "hemos ganado" no es ya ni una metáfora, es una meada en la boca de todos los españoles, con pedo incluído. Hemos demostrado en innumerables ocasiones que como pueblo, un pueblo que lo tuvo todo para convertirse en uno de los países más prosperos del mundo, estamos condenados a la miseria. Es un país para llorar de pena. Somos pasajeros del Titanic riéndonos de los que quedaron en tierra. ¡Vamos todos a reirnos de los franceses, de sus guiñoles que se burlan de nuestros deportistas que no pagan impuestos y de esa tradición tan cerrada que tienen ellos de jubilarse 7 años antes que nosotros! Todavía seguimos celebrando ¡CELEBRANDO! cada 2 de mayo que en el siglo XIX echamos a un reformista francés para traer de vuelta a un español absolutista.

sábado, 12 de mayo de 2012

Autoengaño

A veces me resisto a la evidencia por lo doloroso que va a ser para algunos. No me entra en la cabeza que haya gente tan ciega y cerrada, a pesar de estar cayendose por un precipicio. El periodismo ha vuelto a morir, como muere cientos de veces cada día, con la portada de La Razón. Todos sabemos a cual me refiero, a esa a la que ni GARA se hubiera atrevido. Desde ese asqueroso panfleto de fascistas insisten en que es buen periodismo, a pesar de estar muy cerca del "ETA, mátalos" de los noventa. Tampoco puedo entender los miles de insultos hacia los manifestantes, en Twitter. Quizá sea la única manera de escapar a la realidad que tienen, que sea un autoengaño. Salir del autoengaño debe darles pánico. Hay que romper ese autoengaño, deben sentir el dolor de la calle. Y qué mejor manera que celebrar que esto progrese hacia la inevitable quiebra a la que el gobierno nos ha orientado. Nuestro sistema financiero está quebrado y el gobierno quiere encadenarse a su destino, pues es la oportunidad de que todo autoengaño se torne insostenible. Y me da igual todo el dolor que haya que pasar, quiero, necesito que el autoengaño sea insostenible, porque así al menos los españoles que nazcan por encima de 2050 podrán tener futuro. Un país lleno de ciegos e idiotas no tiene futuro por muy bien que vaya su economía y por muchos periódicos que se vendan.

jueves, 19 de abril de 2012

¡Mec, mec!

Hola. Soy tu lista de cosas impensables. La pensión impagada de tus abuelos, tu carrera a medias por falta de dinero, tu coche abandonado, el incómodo corralito, el fin del euro, la Visa en urgencias, el embargo de tu piso, tus noches amortiguando el llanto con la almohada. Anda ya. Qué exageración. ¡Eso cómo va a ser! Es. Vamos de paseo en bicicleta y se nos ha ido un poquito la mano pedaleando y vaya mala suerte, vamos hacia un precipicio cuesta abajo a toda velocidad. O nos tiramos o seguimos pedaleando hacia el barranco. Pues lo de tirarse de la bici era una opción... antes. Ahora estamos pedaleando en el aire como el Coyote cuando perseguía al Correcaminos. Pero no pasa nada, que podemos seguir pedaleando, fingiendo que vamos bien hasta que toquemos el suelo. Si no miras abajo, no hay problema. Pero aquí sigo, siendo impensable por la gran mayoría. "¡Ya harán algo!". A día de hoy podemos contar entre las grandes medidas adoptadas soplar muy fuerte para ver si la bicicleta vuelve hacia atrás y nos ahorramos el despeñarnos. Otros proponen que mejor giremos mucho mucho mucho el cuello para convencernos de que no es una grandísima caída sino un ascenso brutal. Pero desde una bici precipitándose lo único que se percibe es que el aire viene de abajo y no de frente, así que se puede vivir a espaldas de todo. Y mejor así, porque ya poco arreglo tiene. Soy tu lista de cosas impensables y solo venía a recordarte que sigo aquí.

Sí a los recortes

Todo el país alucinando por el subidón de tasas universitarias de hasta 540 € cuando deberíamos estar alucinando por la inmadurez del español medio. ¿Qué esperabais? ¿qué coño esperábais? ¿que el partido del Capital nos ampliara el Estado de Bienestar en un país quebrado desde La Coruña hasta Almería porque se lo han gastado todo en putas y en cocaína? ¿en qué cojones estaba pensando la gente que hoy se sorprende? ¡Habéis votado a un partido cuyo programa electoral era un puto folio en blanco! Como universitario no puedo estar a favor si lo pienso en frío, pero me gusta la medida. Me gusta porque es un latigazo más al soberbio español medio, que ni le hace falta leer un programa electoral para votar. De hecho, no le hace falta leer para nada. Vamos a aprender a votar llorando sangre, aunque no sirva de nada porque es un sistema corrupto. Voy a estar celebrando los latigazos hasta que la abuela que se sienta en la primera fila de bancas de la iglesia del pueblo más escondido se entere a base de dolor de que el Partido Popular y el Partido Socialista son peor que el cáncer. Que la gente se de cuenta de que ha estado equivocada. Yo voté una vez al PSOE, y me equivoqué y lo reconozco, y jamás volveré a hacerlo. Si la gente aún no tiene la humildad de reconocer su error es que todavía falta dolor. Estamos ya muy muy cerca de ver como el gracioso y pacífico 15-M se torna en una turba violenta que ya no tenga miedo a perder lo que ya no tiene. La Casta podrída y corrupta es psicópata: no sabe dónde está el límite de la gente porque no sabe interpretarla. Conseguirán encender la chispa de la manera más tonta y evitable, y empezaremos a ver las primeras muertes. ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Se nos ha ido a todos la olla? Probablemente sí. Estamos tan anestesiados que sólo los recortes salvajes (y suicidas, por cierto) nos llevarán a identificar al enemigo. Por eso los apoyo. Sí a los recortes. Sí al dolor. Lo merecemos todo.

sábado, 14 de abril de 2012

Que siga la fiesta

Asisto atónito al debate sobre la salud del monarca. Pobre hombre, que sus huesos están tan quebrados como el país que le paga las putas trabajando hasta los 67 años. Ese no es el debate. Ni ese ni el del nieto que juega con escopetas como si viniera de una familia de analfabetos. El debate es y debería ser, hoy 14 de abril, si necesitamos mantener el ritmo de vida de lujo de este borracho corrupto, amigo de la peor calaña del mundo entero, para que nos salude de vez en cuando justo antes de entrar en algún acto en el que seguramente tropiece y caiga al suelo, como nos tiene acostumbrados. La escena de mi gente agitando la banderita y comentando los trajes y vestidos que lleva la Familia Real es tan patética, tan absurda y surrealista, que me levantan arcadas imposibles de retener. Si pudiera comer todo lo que tengo ganas de vomitar cuando veo a esta ilustre familia hablando de apretarse el cinturón, tendría que convertirme en un Borbón. 2.000 dólares cuesta el famoso día de caza, sin contar el vuelo. 20.000 dólares son más de 20 meses el salario mínimo interprofesional de un trabajador cualquiera, con la diferencia de que el trabajador no lo gastaría en cazar en safaris de lujo en Botswana. O sí, quién sabe, porque el español medio es así de imbécil. Estamos a cero coma dos minutos para empezar a saber de qué va esta crisis y ni el español medio ni el cazador campechano se han enterado todavía. Ambos van a sufrir su propia estupidez hasta la lágrima, y me gusta, porque ningún acto debe pasar sin consecuencia, por muy mala que sea. Nuestro acto ha sido votar PPSOE durante décadas y el del rey, robarnos a manos llenas ignorando que cuando nos falte a nosotros, los ciudadanos empezarán a cuestionarle.

sábado, 24 de marzo de 2012

El Cambio de siglo

Estos días los hispanistaníes de a pie están muy ocupados centrando toda su atención en un loco que ha cometido un asesinato a cientos de kilómetros de España, como si su presidente de gobierno no estuviera cometiendo crímenes contra ellos mismos en este mismo momento. Su nuevo plan es estafar a todos los hispanistaníes mediante hispabonos, trasladando la deuda impagable de las Comunidades Autónomas a los pobres pardillos que caigan en esta estafa piramidal. El gobierno que nos iba a decir siempre la verdad no está diciendo la verdad. Y no la está diciendo desde el momento en el que no explica en qué consiste El Cambio. Y no lo explica porque el telediario público está muy ocupado explicando los detalles de un asesinato que ocurrió hace días o los aspectos más técnicos e irrelevantes de la noche electoral del domingo que viene. Pero me gusta echarle una mano al gobierno y quiero contaros lo que él no puede por falta de espacio en los medios: el cambio significa "hacer lo que hay que hacer", es decir deflación a tope, es decir, que poco a poco el españolito medio tendrá bajadas brutales de sueldo... no sé cuando... ¿quizás 20%? posiblemente más. Las cuentas no salen. El Cambio es no contratar más funcionarios y echar un porcentaje a la calle, es una sanidad casi privatizada y con calidad menguante en la pública. El Cambio va a ser un alto porcentaje de las lágrimas que se lloren en 2012 en el pozo de mierda sin fondo que es España. Nuestros bancos y cajas están quebrados, y que quiebren familias enteras no tiene importancia, pero que quiebren bancos y cajas no. Eso nunca: hay que rescatarlos sea como sea. Y "como sea" significa que si el gobierno tiene que rajarte en canal para exprimirte los órganos con sus propias manos encima de un cubo, lo hará. Sin embargo, lo importante es el loco de Tolousse, y el domingo todos a votar por El Cambio. Pues los andaluces y asturianos tendrán lo que se merecen.

jueves, 15 de marzo de 2012

Somos el futuro y somos el problema del presente

Ha vuelto a pasar. Una señora mayor me ha vuelto a mandar a callar porque no tengo idea de lo que está pasando en España. España está mal, por lo visto, porque los estudiantes empalmamos de jueves a lunes borrachos y sin dar un palo al agua y vivimos solo chupando de becas, porque operamos a los transexuales por la pública, porque los inmigrantes vienen aquí a abusar del Estado de Bienestar, porque damos dinero a los gays, que lo tienen todo regalado, porque empleamos dinero en salvar a especies en peligro de extinción "¡que también es importante, pero más importante es la gente pasándolo mal!". La inmensidad de la estupidez de esta señora con la que me ha tocado trabajar hoy me hace desear lo que está por venir, porque para desgracia de nosotros mismos, esta no es una opinión minoritaria. Deseo con toda mi alma que nos caiga del cielo un saco de hostias tan grande que hasta nos desconcertemos los que sí sabemos de dónde nos llueven los palos. Quiero que este tipo de carroña humana, muy por debajo del ingenuo español medio (que ya es decir) llegue a sentir el dolor de su propia estupidez. Quiero que somaticen su idiotez hasta que admitan de rodillas que el problema de España son ellos y su puta generación, que se ha gastado el dinero de la de los más jóvenes y ha dejado robar hasta la última mierda que quedaba en la caja. Hasta he pensado en votar alguna vez al Partido Popular para dar a España lo que se merece: un gobierno despótico que nos presione hasta crujir nuestros huesos y tirarlos a una cuneta, algo que se les da bien porque tienen experiencia. Cuando ocurra, el famélico estudiante ex-becario volverá a cruzarse con ella en la cola del paro, y le comentará que el problema es y siempre fue la gente como ella. Los más españoles.

sábado, 10 de marzo de 2012

La tele pública, objetiva, plural y de calidad. Y unicornios.

Tenemos el inmenso honor de tener en España el segundo mejor telediario del mundo, el de TVE. Desde aquel galardón hacia nuestra tele pública, de calidad, objetiva y plural, todo han sido golpes de pecho, medallas, orgullo patrio. Nos hacemos unas pajas enormes con el telediario de TVE, ¡qué privilegio tenerla entre nosotros!, y de verdad que resulta incómodo decir que no, pero alguien tiene que decirlo a pesar de ser uno de los tesoros de este quebradísimo país. Probablemente, TVE sea el segundo mejor telediario del mundo porque es el que mejor se adapta a las necesidades del español medio, que es saber qué pasa en el fútbol y si va a llover mañana, porque después de años viéndolo a diario no he visto reflejadas en él las noticias más importantes de ciertos días. Si el 2º mejor telediario del mundo no es capaz de distinguir como noticia del día la quiebra encubierta de Portugal, el corralito español o el 15-M el pasado 15 de mayo, estamos hablando de un telediario ciego, que aporta muchas imágenes vacías de información pero con muchos colores. Es como sintonizar Times Square TV. Hoy por ejemplo, con Grecia no ha pasado absolutamente nada (a pesar de haber quebrado), y podemos disfrutar entonces de un interesantísimo reportaje sobre la feria del lujo de Barcelona. Sigamos aplaudiendo al telediario que, pagado con nuestros impuestos, nos informa cada año de que hace frío en invierno, y que no es capaz de explicar a la gente el verdadero estado de las cuentas de España. Es interesante también que nos emboten la cabeza con todos los discursos de la campaña electoral del PP y del PSOE, pero sólo de esos. Si esto es todo lo que el segundo mejor telediario del mundo puede hacer por los poco exigentes ciudadanos españoles, mejor que desaparezca. España no puede permitirse tener a millones de personas creyéndose informadas porque han visto en el telediario que un bloque de vecinos se ha quemado en Murcia.

lunes, 5 de marzo de 2012

Los cuernos de la reina

Lejos de preguntarse cual es exactamente el papel de la monarquía en España y de dónde ha sacado los 1.900 millones de euros que le atribuye al rey la revista Forbes, el español medio se cuestiona si el príncipe debió casarse por amor o no. Fue un amplísimo e innecesario debate, propio de un país habitado por gente que no se entera de nada. Menos mal que hubo concenso: se debe casar por amor. Los tiempos cambian y somos modernos. Somos muy modernos. Somos tan modernos que estamos preparados para abrir otro gran debate, el de la igualdad entre todos los españoles. Ojo, que este debate promete. Este sí que va al núcleo de algo importante y puede salir algo interesante de una reflexión colectiva... pero no. No porque para el ilustrado español medio (que es juez, médico y árbitro, todo a la vez) alcanzar la igualdad es que pueda reinarnos por primera vez una mujer. Si hubiésemos sido los esclavos negros del pasado, hubiéramos pedido ser azotados por mujeres también, y aplaudiríamos nuestra modernidad entre latigazo y latigazo. Debido también a nuestro habitual orden de prioridades que terminará por llevar a este país a la mierda, tenemos por más importantes las estupideces que opina la reina sobre la vida en general que las relaciones de su marido con los dictadores árabes y del Mediterráneo. ¿A quién carajo le importa lo que la reina opine o deje de opinar sobre el matrimonio homosexual? ¡Es una mujer que se ha negado a sí misma la posibilidad de ser feliz separándose del rey, asumiendo que es un sacrificio que debe hacer a Dios! O eso es lo que intuimos, porque se ha publicado muchas veces que duerme sola. A lo mejor tan sólo quiere seguir chupando del bote hasta que se agote y nos lo presenta así, que pinta muy católico. Desde luego, ser reina debe ser muy rentable, porque tiene que ser carísimo tener en nómina a un equipo de escayolistas para reconstruir diariamente los altos techos de palacio y el arco de las puertas, destruidos por los cuernos que porta. No debemos ser duros en la crítica a la Corona, porque ellos no son el problema. El problema es el español medio que le aplaude. Cuando cesen los aplausos, la casta política que necrotiza todas las esquinas de este Estado corrupto colapsará y los españoles tendrán por primera vez el control de su futuro.

Psicópatas con trapos

A lo largo y ancho del denigrante agujero moral  y económico que es España existe un dicho muy nuestro, más nuestro que cualquier línea de El Quijote: "¿Qué hay de lo mío?". Galicia, País Vasco y Cataluña abrieron un poco la puerta, y de repente ¡ZAS! 17 autonomías, 18 parlamentos, 17 sistemas sanitarios, 17 sistemas educativos, más de 1.500 diputados cobrando más de 4.000 euros de media al mes, más de 30.000 coches oficiales de lujo (igual que Estados Unidos, con 6 veces menos su población) y un montón de barbaridades más escondidas detrás de las banderas autonómicas. Empezó la cosa bien, la idea era buena, pero la casta política española es como la mano del Midas de la mierda, todo lo que toca lo pudre hasta dejarlo muerto y seco de crujir. Sin embargo nada importa, porque está todo cubierto por trapos de colores. La idiocia española ha crecido progresivamente como un tumor maligno hasta convertirnos en psicópatas con trapos. El español medio no tiene problemas para saltar a su vecino durmiendo en la calle en una caja de cartón, pero ay como se metan con él por ser de su misma Comunidad Autónoma. Entonces, el español medio interviene agresivamente para defenderle. Es digno de un documental de La 2, de los que el español medio ve siempre, convirtiéndolos así en líderes de audiencia día tras día. Somos tan idiotas que es casi imposible encontrar una ocasión para reírse de las banderas sin que nadie se parta la camisa y empiece a hablar desde las tripas con los ojos llorosos. Y digo casi no porque haya encontrado una isla de sensatez alguna vez en mi vida, sino porque albergo la esperanza de que en este putrefacto Estado corrupto sea posible dicha situación. Todo vale. Votaremos cualquier mierda que nos propongan para enaltecer nuestra bandera, aunque vaya en perjuicio de todos los ciudadanos, incluidos nosotros. Si al español medio le dieras a elegir entre becar a los mejores y becar a los mejores de su Comunidad Autónoma, elegiría becar a los mejores de su Comunidad Autónoma, porque trata de cubrir una necesidad: sentirse parte de algo. Arrastramos un complejo gigantesco que camuflamos de patriotismo, y se comprueba mirando cómo tratamos a la gente de nuestro alrededor. La población española es psicópata hasta los huesos por muchas maratones solidarias que organice. Tenemos, por tanto, un problema de los grandes, porque hay en España decenas de millones de psicópatas muy patriotas pensando a nivel regional mientras todo funciona desde hace ya rato a nivel global. Ya verás cuando nos demos cuenta de que sólo somos una pieza de la máquina que nos creíamos. Y además, defectuosa.

domingo, 4 de marzo de 2012

Aprender a través del dolor

Desde que era pequeño tengo la manía de leer el periódico todos los días y desde hace unos años me dió por los diarios de economía. Con el tiempo, quiera que no, terminas por entender el idioma y cuando menos te lo esperas te ves reprimiendo un gritito al leer un porcentaje de esos que antes pasarían por delante de tus ojos sin pena ni gloria. Despropósitos. Ya sólo leo despropósitos. Estamos dentro de una espiral de estupidez orgullosa de la que es imposible salir, porque somos tan estúpidos que ni siquiera podemos ver que somos parte del problema. Vivimos una nueva era política. Uno entra a ver los datos, los compara con el día a día de la gente y es imposible no preguntarse qué coño está pasando. España es ese niño malcriado que te roba las gafas para meter las patillas en el enchufe y la imbécil de su madre le rie la gracia. Necesitamos un guantazo fuerte, de los gordos, de esos que la gente se acerca a mirar horrorizada dudando por unos segundos si seguimos vivos o muertos. El problema de España no son los banqueros, ni los políticos, ni los controladores aéreos. El problema de España son los españoles: una masa acrítica, aborregada, conformista y orgullosa, que se cree juez, árbitro y médico, todo a la vez. El español medio da tanto, tantísimo asco, que ya no sé si es asco o pena. El español medio ni sabe ni quiere saber. Pero va a saber. Y va a aprender de la manera más dura. Parados desesperados, gente viviendo en la calle, enfermos muriendo como perros porque han saqueado la sanidad ante su aplauso. España va a aprender de golpe y porrazo todo lo que ha ignorado activamente en estos años. Aprenderá a no usar el dinero que no existe, aprenderá a valorar el que sí existe, aprenderá a votar, aprenderá que todo es mentira. Y todo eso, con suerte, porque el español medio va a tener que hacer frente a las adicciones y a los suicidios, que van a ser los primeros indicadores de salud en pegar el salto y le puede tocar a cualquiera, aunque contamos en nuestro favor con el característico optimismo descerebrado español basado en soluciones mesiánicas. Hay que disfrutar estos últimos meses en los que la miseria más absoluta sólo se ve en la tele. Ya está todo preparado (salvo que el verdugo nos deje escapar como no nos merecemos) para que empiece el cambio y España se convierta de repente en el coñocrático y apestoso país del sur que como una cebolla cortada hace llorar a los países del norte cuando sacan en el telediario a nuestros hijos pasando hambre. Esto no es nuevo. Esto ya ha pasado en otras partes del mundo. Va a volver a pasar ante la atenta mirada de un gran número de votantes sorprendidos por su propia estupidez. Vamos a aprender a través del dolor, y ya no servirán de analgésico ni el fútbol ni las estampitas de la virgen.